lunes, 24 de febrero de 2014
CUENTO SOBRE LA VIOLENCIA
Como cada viernes, salí a dar un paseo, para despejarme y aclararme un poco. Me encantaban esas tardes de viernes en las que salía y me quitaba todo el estrés de la semana. El agobio de las clases y de los exámenes se me iban por un momento. Cogí mi chaqueta, las llaves y algo de dinero por si me apetecía comprar algo de esos escaparates irresistibles, tan tentadores que ni te piensas lo que te vas a gastar, sólo compras. Bajé las escaleras y miré el buzón por si había alguna carta. No había ninguna y salía a la calle. Llevaba ya mucho tiempo dando estos paseos, pero lo que no me imaginaba era que vería algo que no olvidaría en mucho tiempo. Iba a dar el paseo de siempre, la plaza, el ayuntamiento, el parque... Todo iba como siempre hasta que al girar la calle Dulcinea un hombre encapuchado disparó a un hombre que salió de un coche. Todo el mundo, desde mi punto de vista, se quedó igual que yo, sin saber que hacer, asombrados, con ganas de salir corriendo. Decidí ir a ver que había pasado, el hombre encapuchado salió corriendo y en poco tiempo se le perdió el rastro. En poco tiempo llegó la policía y la ambulancia. Pregunté a la gente y decían que había sido un ajuste de cuentas. Volví a mi casa reflexionando sobre como alguien puede llegar a hacer algo así, llegar a tal punto en que la ira, la rabia te puede y te lleva a hacer tales cosas. Al día siguiente vi la noticia en la televisión y decidí investigar sobre el tema. Al poco tiempo me rendí y dejé de buscar, porque me di cuenta de que estaba perdiendo el tiempo . Desde aquel día mi forma de ver y pensar las cosas cambió totalmente.
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